CARTA A MI HERMANA ZUNI ADELA

CARTA A MI HERMANA ZUNI ADELA

Hoy me desperté triste, aunque sabes perfectamente que todos estamos tristes desde tu desaparición, para todos sigues presente, tan presente como cuando papá se fue al cielo y tú desde muy pequeña te hiciste cargo de nosotros, eras la mamá de todos, nunca hubo para ti descanso, tu mayor preocupación éramos nosotros.

 

Hoy me desperté triste, lejos de casa me puse a recordarte, hace justo tres meses que recibí un mensaje tuyo, el último, en el que me decías, hermana he llegado bien. No sabía que desde ese último mensaje tuyo empezaría nuestra pesadilla, he cruzado el océano para encontrarte y me faltan fuerzas para seguir adelante, tú eras mi timón, mío, de nuestros hermanos y de tus hijos.

Zuni, no creo que nos haya abandonado, no me lo puedo creer, me cuesta entender porque tú nunca lo harías, yo sé que a ti te han hecho desaparecer y la persona que hizo semejante barbarie, no sabe que ha dejado desamparados a tus hermanos que criaste con ese corazón enorme que te caracteriza, no sabe, que tus hijos siguen mirando al cielo esperando ver un avión que les devuelva a su mamá.

Tan triste es hermana releer tus mensajes cargados de sueños, de ilusiones, España para ti y era una posibilidad de subsistencia, España para ti hermana, era un lugar de paso y no el destino final.

Esa corazonada que tuve cuando me dijiste que tu novio te esperaba para darte una sorpresa me está devorando el alma, esa sorpresa que tú creías que era un anillo de compromiso, resultó ser tu desaparición y nuestro sufrimiento. No me cabe en la cabeza hermana, que ese hombre de quien estabas tan enamorada no se haya puesto en contacto con nosotros para tendernos una mano, me cuesta creer que alguien a quien tú querías tanto haya decidido guardar silencio en estos momentos tan difíciles. No puedo creer que hoy te esté escribiendo esta carta para decirte que él no te está buscando, que él niega que fueras su pareja, me cuesta creer, que alguien por quien tú darías la vida se haya lavado las manos así de esa manera.

¿Te acuerdas Zuni, cuando papá se fue? Y tú te tomaste la responsabilidad de criarnos y de que nos no faltara nada.

¿Te acuerdas de nuestra situación económica difícil en Paraguay? ¿Te acuerdas Zuni, aquel día que decidiste venir a España a trabajar para ayudar a tu familia, te acuerdas? Lo hiciste por nosotros y no me queda aliento para agradecer tu infinita bondad, este corazón ya no puede con tanto dolor, te necesitamos con nosotros hermana, te queremos aquí.

Sabes hermana, quizás si no hubieras conocido a tu novio todo sería distinto, por que tú no hubieras regresado, tú llegaste a España para estar con él y él dice no saber de ti y lo triste es que no quiera saber de ti, lo triste es que no te está buscando.

Algún día leras esta carta estés donde estés y si estás con papá, dile que nos ayude a encontrar lo que quede de ti para podamos resignarnos y que nos dé fuerzas para explicarles a tus hijos que los aviones que salen de España no te devolverán a casa.

Allí donde estés hermana, ayúdanos a soportar tu ausencia, te lo pido con el corazón hecho pedazos.